Cuando mi papá murió.
"La muerte de mi papá me transformó. Después del dolor, me volví mi propio sabio. Crecí, superé retos y sigo adelante. La vida cambia, y yo también."
Cartas al pasado
Diego García, M.D CEO
Como médico estaba acostumbrado a controlarlo todo, incluso la muerte, pues para eso nos formamos como galenos, evitar que las personas mueran o por lo menos prolongar su vida un poco mas de tiempo. Como persona aprendí que la única forma de evitar el sufrimiento o el dolor era controlarlo todo, así todo dependía de mi y no de los demás. Por mucho tiempo, como profesional y persona esa fue mi verdad, al pasar los años que se nutrían de momentos incomodos, dolorosos y de angustia fui entendiendo que no existía una mentira mas grande que la ilusión de querer controlarlo todo, ¿qué podemos controlar en su totalidad? No muchas cosas, pero las que si podemos controlar están dentro de nosotros, entonces ¿cómo podemos hacer eso?
Trata de imaginar una situación importante de tu vida, por ejemplo, el día de mañana tienes un cita (entrevista de trabajo, te vas a ver con alguien, imagina la cita que tu quieras) así que hoy te preparas, alistas la ropa que vas a ponerte, la escoges con cuidado, por ahora tu controlas lo que te vas a poner, hasta planeas a que horas vas a salir y como te vas a ir. Por el momento todo va muy bien, te acuestas pensando en que mañana será un gran día. Suena la alarma y te despiertas con la cita en tu mente, así que empiezas a organizarte y de pronto te das cuenta que esta lloviendo, como dirían esta diluviando, inmediatamente tu mente empieza a generar pensamientos, uno de ellos puede ser; si salgo así, me voy a mojar y el trafico va estar mas complicado, me voy a demorar, también y llegas a sentir emociones como ira o tristeza, la que sea.
Has el siguiente ejercicio, de la situación anterior piensa que puedes controlar y que no, además ¿qué pensarías?, ¿cuáles serian tus emociones? has una pausa, analízalo y sigue con la lectura.
Probablemente pensaste muchas cosas, de esa situación que puede ser usual en nuestro diario vivir, hay cosas que podemos controlar y otras no, ¿podemos controlar la lluvia? Usualmente esta fuera de nuestro alcance controlar el clima, así como el trafico, incluyendo como responden las otras personas, la lista puede ser muy extensa; sin embargo, como decía al inicio, creemos que sí, entonces en nuestra mente, se configura un conflicto entre lo que creemos que somos capaces de controlar y lo que no.
Continuando con el ejemplo, la persona puede decir que pereza el clima, en esta ciudad siempre llueve, que hago, por que me pasa esto siempre a mi, nada me sale bien, y continuar así por un buen tiempo, o al contrario tratar de buscar una solución a ese “problema”, generalmente nuestros pensamientos son negativos, lo cual limita la capacidad de ser creativos, teniendo como resultado pocas opciones y alternativas para encontrar una solución.
El primer pensamiento que se genera frente a una situación es la base para construir un conflicto mayor o por el contrario salir adelante y continuar. Pero, los pensamientos no están solos, se acompañan de emociones y sentimientos. En el caso que mencione, se puede sentir: angustia, miedo, temor, enojo, lo que sea según lo que pensemos de la situación, y sobre este vamos adicionando mas pensamientos y sentimientos hasta construir un castillo de naipes, que ante el mas leve viento se puede caer al piso.
Entonces nos dicen que no nos ahoguemos en un vaso de agua, que todo en la vida tiene solución, que no nos desesperemos, pero literalmente no sabemos como hacerlo. Y esas palabras que nos dicen con animo de ayudarnos se convierten en piedras que dificultan mas nuestro camino.
La estrategia consiste en una serie de pasos, que a medida que sea utilizada se volverá mas familiar y mas fácil de hacer:
1. Analiza la situación, pero en ese analizar es ver que puedo controlar y que no.
2. La respuesta la construimos sobre el primer pensamiento y emoción, si la situación te hace sentir enojado o triste, simplemente, debes permitirte sentir eso, pero eso debe durar poco tiempo. (cuando se reprimen las emociones estas no desaparecen, se acumulan, generando carga, que se manifiesta de forma mental o física, y al final nos desplomamos como el castillo de naipes)
3. Cuando te permites sentir, te estas haciendo cargo de lo que puedes controlar si o si, que es tu respuesta emocional, si te enojas o solo permaneces en llanto, vas a continuar pensando cosas similares y sintiéndote peor, es un círculo sin salida. Ahora, puedes respirar y preguntarte, ¿qué hago? ¿cuáles son mis opciones? Al hacer estas preguntas tu mente va a empezar a trabajar en ellas y te va a dar muchas opciones, que vas a ir descartando hasta que obtienes la que mas se ajusta a tu realidad y soluciona la situación.
Recuerda que Mahatma Gandhi dijo: “ si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo” pero para hacer eso, cambiarse a uno mismo, debes trabajar en un cambio mental pasar de lo negativo a lo positivo, entendiendo que todas absolutamente todas las emociones son parte de ti, que debes evitar reprimirlas, es mejor sentirlas y dejarlas salir, para continuar el proceso, para ampliar la perspectiva, probablemente ante el ejemplo no va a dejar de llover, pero si vamos a encontrar la solución que este a nuestro alcance, una sobrilla, un taxi, un carro, bolsas en los zapatos, etcétera, pero, que hicimos, dejamos de luchar contra lo que no podemos controlar, nos adaptamos a la situación, entramos en armonía con lo que podemos controlar que es nuestra respuesta emocional, y ante nuestro ojos el mundo cambia, por que lo vemos de una forma diferente.
"La muerte de mi papá me transformó. Después del dolor, me volví mi propio sabio. Crecí, superé retos y sigo adelante. La vida cambia, y yo también."
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